canamo-industrial-la-voz
canamo-industrial-la-voz

El Gobierno nacional envió al Congreso un proyecto de ley para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial que busca dar un marco normativo para el uso de la planta en la producción.

Por qué importa. Por sus beneficios ambientales y flexibilidad, la producción de cáñamo está creciendo en todo el mundo: se proyecta que para 2024 esta alcanzará los U$S 42.700 millones. Para 2025 el desarrollo del cannabis medicinal y el cáñamo industrial en Argentina generaría 10 mil nuevos empleos con un alto porcentaje de puestos en I+D+i, U$S 500 millones en ventas anuales al mercado interno y U$S 50 millones en exportaciones anuales. Además, en nuestro país ya existen 22 iniciativas provinciales.

El proyecto. Busca legalizar y regular la producción y el desarrollo de la cadena productiva del cannabis medicinal y el cáñamo con una visión productiva. Propone la exclusión del cáñamo del listado de estupefacientes para legalizar su producción e impulsar su uso en sectores productivos. Para evitar que en los cultivos de cáñamo se oculten plantaciones ilegales de cannabis, la actividad será controlada por la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME). La legislación promoverá la actividad de cooperativas y PyMes agrícolas atendiendo la perspectiva de género y diversidad y el desarrollo de las economías regionales.

Qué dice el sector. Si bien celebran el proyecto, tienen reparos sobre la discrecionalidad que le da a la ARICCAME para definir cuestiones técnicas. “El proyecto dice que la razón para que la Agencia controle los cultivos de cáñamo es evitar que se produzca cannabis psicoactivo entre las plantaciones. Esto sólo es posible si se cultiva cáñamo hembra para producir flores para aceite de cannabidiol, el cultivo para producir fibra o semillas es distinto, no sólo necesita flores hembra. Queremos que en el texto de la ley quede plasmado cuál va a ser el camino diferencial para el cáñamo, que haya distintos tipos de autorizaciones, porque conocemos los intereses de las farmacéuticas que están detrás de la producción de aceite de cannabidiol”, dijo en diálogo con Corta la titular de la asociación civil Proyecto Cáñamo, Diana Barreneche.

Usos industriales. El cáñamo es una de las plantas más versátiles y resistentes. Se trata de una variedad específica del cannabis con baja concentración de THC (no es psicoactivo). El aceite de cannabidiol es utilizado, entre otras cosas, como tratamiento farmacológico. Se produce extrayendo el CBD, que es un cannabinoide no psicoactivo, de flores hembras con bajo nivel de THC. El cáñamo puede usarse además para producir ropa y textiles o bioplásticos que hoy se usan para producir desde lentes hasta autopartes. Por sus características sirve también para hacer materiales para la construcción y aislantes, papel, comestibles para humanos y animales, y cosméticos.

Historia. El cáñamo es uno de los cultivos agrícolas más antiguos del mundo y existen registros de procesamiento de fibras de tejido y aceite desde hace más de 8.000 años. Los chinos inventaron el papel utilizando lino y cáñamo. En la Europa medieval su uso estaba asociado principalmente a la industria textil y a la náutica, donde se utilizaba para la confección de velas y cuerdas.

En Argentina, Manuel Belgrano propuso desarrollar las industrias del lino y el cáñamo en 1797. Para mediados del siglo XIX existían múltiples productores en Mendoza. Durante las primeras décadas del siglo XX se extendió su uso hasta su prohibición en 1977.

Cáñamo en el mundo. El comercio exterior de este producto es bajo porque cada país determina la cantidad de THC que admite en la producción de cáñamo. En 2018 se exportaron menos de U$S 25 millones. Los principales exportadores de cáñamo para uso industrial son Reino Unido, Países Bajos y Canadá, y los principales importadores son Estados Unidos, Alemania, Uruguay, Italia y Austria.